No hay palabras para agradecer a Pepe y a Char por siempre apoyarnos para lograr estos deseos.
Gracias a nuestros queridos amigos del Club América, en especial a Oribe Peralta, por darle a Fito justo lo que necesitaba: un gran momento del que aferrarse para seguir sonriendo...
¡Misión cumplida Ale!